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sábado, 6 de mayo de 2006

Un raton en la biblioteca

sábado, 6 de mayo de 2006 0 comentarios

Este libro es genial, lo lei cuando estaba en....mmm uno y uno dos y ...quinto de primaria si mal no recuerdo, me encantó, pues vaya momento de escribir una critica literaria unos ocho años despues :p

Es que no he podido evitar sacarle fotos, no, no le tengo tanto amor, es que me lo he encontrado en la biblioteca de la facultad... en la seccion de calculo, alli entre tochazos infumables, pero qué pinta eso ahí!!!!! el pobre se tiene que sentir de solo sin sus compañeros del barco de bapor etc.....


El libro trata sobre un chico,Robert, que se lleva nada mas que regular con las matematicas y bastante mal con su profesor (curiosamente estas cosas suelen ir de la mano) y el pobre
está un poco amargadillo. Pero una buena noche se le aparece en sueños el diablo de los numeros (a la izquierda, sí, yo tambien me asustaría), que al final resulta ser un tipo bastante majo que, a golpe de varita mágica, lo introduce en el fascinante mundo de los números. Empieza con cosas sencillitas, los numeros romanos, un poco de geometria, los numeros primos, las potencias, las raices cuadradas, la sucesion de Fibonnacci,numeros imaginarios, y ahora que miro el indice me asusto al ver las cosas que tiene y que no recordaba ^^. Todo, obviamente muy muy básico, buscandole el atractivo para los niños con ejemplos simpáticos como el típico problema de la reproduccion de los conejos


Vamos a contar

conejos tralará



"Si tan sencillo es hablar de Matemáticas como de peliculas o bicicletas
¿Para qué se necesita un diablo?"

"Por eso mismo, querido, lo diabólico de los números es
lo sencillos que son"



Como podeis ver ilustrado a todo color, totalmente en armonía con los compedios que se puede encontrar uno en la sección de matematicas de una facultad...

El autor es Hans Magnus Enzensberger, alemán doctor en Filosofía y letras (sí, letras, ¿paradójico?) y en la misma línea tiene otro libro "¿Donde has estado, Robert?", este lo leí hace menos tiempo, unos cuatro años y en lugar de a las Matemáticas pretende acercarnos a la Historia. Robert aquí es un chico con una memoria fotográfica. Un día contemplando una vieja fotografía se transporta dentro, y así le ocurre sucesivamente y va atravesando diferentes etapas (y lugares) de la historia. Finalmente, perdido en el tiempo para poder volver a su casa comienza a estudiar pintura realista, trabaja como ayudante de un pintor y en sus ratos libres practica. Gracias a su fantástica memoria puede recordad con total nitidez la cocina de su casa en el momento en que la abandonó asi que la pinta con sumo detalle y de este modo tan surrealista vuelve a su casa/época ^^
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sábado, 18 de marzo de 2006

Lecciones de Historia

sábado, 18 de marzo de 2006 0 comentarios
Voy a politizar el blog descaradamente con esto, pero es que no he podido evitar la sonrisa con este articulo de opinion y total, somos bichos politicos (como se prostituyen las palabras, eh?) :p

Lecciones de Historia
Lo importante es la verdad, y la verdad verdadera está en la OPA del gas, en lo que se rumorea que le han dicho a Otegi y en saber exactamente de qué mochila hablamos
NO es verdad que los sanguinarios atentados del once de marzo fueran perpetrados por ninguna célula islamista: todo el mundo sabe que fueron los etarras, o unos amigos de los etarras, o algún primo de Otegui. No es verdad que la tragedia de Atocha tuviera relación directa ni indirecta con el apoyo que el anterior Gobierno brindó públicamente a la invasión ilegítima de Irak, sin contar con la opinión del Parlamento. Ni es cierto que dicha intervención haya sembrado el caos, la muerte y el hambre entre los iraquíes: lo que les ha brindado es una democracia, una democracia libre, occidental y civilizada como nunca habían soñado en sus mejores pesadillas.

Se equivocan quienes creen que las armas de destrucción masiva, esas que Aznar juró solemnemente ante el Congreso que existían y nos amenazaban, fueron uno de los pretextos más vergonzosos de la historia de nuestra política exterior, y que el siguiente paso será inventar lo mismo con Irán. Imaginan fantasmas los que pretenden convencernos de que los dirigentes que hoy esgrimen el texto literal de la Constitución para bloquear cualquier reforma son exactamente los mismos, con nombre y apellido, que hace veintitantos años hicieron lo posible por que la Carta Magna no saliera adelante. Tampoco, desde luego, criticaron el Estado de las Autonomías con los mismos argumentos de unidad patriótica que hoy alegan para defenderlo y dejarlo intacto.

No es verdad, qué va, ¿por favor, hombre!, que cuando Zapatero estaba en la oposición y acudió a un par de manifestaciones multitudinarias, recibió toda clase de censuras, burlas y acusaciones de deslealtad por parte de Zaplana, Acebes y Rajoy, ni que hoy esos tres caballeros corran a las primeras filas de cuanta manifestación se organice en contra del Gobierno. No es cierto que Zaplana sea un maleducado, ni que con sus insultos diarios deshonre su condición de portavoz del segundo partido más representado de la Cámara, símbolo máximo de nuestra democracia, ni muchísimo menos que haya en él atisbo alguno de machismo: dijo, sí, que la vicepresidenta suele ir por ahí disfrazada en lugar de ejercer su cargo, pero lo dijo en sentido positivo, resaltando la alegría, el carácter festivo y las raíces populares del disfraz, tan próximo al Carnaval y a las diversas manifestaciones de nuestro espíritu patrio, que es uno e indivisible.

Ni por asomo es cierto que actualmente, entre los partidos más votados de España, el PP sea el que posee un menor porcentaje de mujeres tanto en el Congreso (menos del 30 %) como en el Senado (menos del 25%). Esas son demagógicas estadísticas, y los populares buscan calidad, no cantidad: la talla intelectual y profesional de Esperanza Aguirre, Isabel Tocino o Ana Palacio deberían despejar cualquier duda al respecto. Además, que sepamos, ellas nunca se disfrazaron, a no ser con peineta para ir al Vaticano, como hizo la señora Ana Botella en nombre de toditos los españoles de bien.

Jamás ha sido cierto que existiera mala voluntad para investigar los casos del Prestige, del Yak o de Atocha en los tres primeros días. Lo importante es la verdad, y la verdad verdadera está en la OPA del gas, en lo que se rumorea que le han dicho a Otegi y en saber exactamente de qué mochila hablamos. No es cierto que el Islam estuviera en la península varios siglos y que su cultura influyese en la nuestra como la que más. No es verdad que a Bonaparte lo derrotara Wellington en Salamanca: en realidad el héroe fue un tatarabuelo del ex ministro Trillo, y la batalla tuvo lugar en Chamberí, cuna de los trabajadores españoles. Es mentira que Aznar manipule los más elementales hechos históricos desde su prestigiosa cátedra de Georgetown, donde nos abrió los ojos al atreverse a declarar lo que muchos pensamos y nadie había tenido los aznares, los azores de decir: «el problema de España con Al-Qaeda empieza en el siglo VIII». No es cierto que el PP necesite renovarse de inmediato y sacudirse la caspa. No es cierto que en él manden los mismos que gobernaron, se equivocaron y perdieron. No es verdad, que no, que no.

Copyright del Diario Sur y su respectivo autor, disculpen las molestias

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jueves, 9 de febrero de 2006

¿Qué nos venden?

jueves, 9 de febrero de 2006 0 comentarios
Hace no mucho hubo protestas de colectivos feministas sobre un anuncio de champú especial para rubias o o morenas que criticaba al otro conjunto y de algunos años atras recuerdo cierta polémica referente a la publicidad sobre tabaco que mostraban "gente guay", no sé, a mi no me llamaba mucho la atención el tema...al fin y al cabo la publicidad muestra "gente guay", de alguna manera tienen que vender los productos, digo yo,(y a veces me pregunto si no tienen presupuesto para imaginación); ahora, habría que preguntarse si lo que salen en los spots son estereotipos "guays" o si esos estereotipos molan por salir en los anuncios, me explico.



Ultimamente ha habido dos anuncios televisivos que han captado mi atención. El primero versaba sobre unos parches de nicotina cuyo mensaje era algo así como "con mis parches de nicotina y mi fuerza de voluntad dejaré de fumar, mientras que menganito con su fuerza de voluntad lo dejara de otra manera"; a lo mejor no era la intención del spot pero el mensaje que daba era "con tu fuerza de voluntad solo no vas a ningun sito"....bueno, yo conozco gente que no ha necesitado parches ni chicles ni porras para dejar de fumar...y tambien conozco gente que sí los ha necesitado (más de los segundos, pero eso no es motivo para lanzar ese tipo de mensajes, que ademas tienen connotaciones fuera del mundanal humo).



El segundo anuncio es más reciente, es de un coche: En él salen dos jovenenes, el narrador protagonista y un amigo suyo. El chico cuenta que su amigo se pasó toodo el verano estudiando y ahora trabaja en una empresa, mientras que él todo ese tiempo lo ha dedicado a tocar la guitarra (es bonito tener aficiones). A su amigo le va bien economicamente ahora y se ha comprado un coche nuevo, pero no importa, él tambien ha adquirido un nuevo automovil, de la misma marca, el mismo modelo, pero el suyo es mas bonito (más colorido) y corre más, chachipiruli (se ve como lo adelanta zumbando por la carretera). Además no ha de preocuparse por cómo pagarlo hasta el verano ¿Qué mas se le puede pedir a la vida?



En cierto modo pienso que no debería haber polemica sobre la publicidad porque por algo vivimos en una democracia y gozamos de libertad de expresión (y que cada uno se atenga a las consecuencias de lo que dice XD)... pero ahora que se habla de la autocensura, de pensar en colectivos que pueden sentirse ofendidos (rubias, morenas, educadores y pedagogos, arabes -aunque eso no es por publicidad XD-) pienso que tambien hay que recapacitar sobre los modelos sociales que se quieren vender/promocionar, este es un tema, pienso bastante delicado; está claro que despues de lo que se ve en muchos programas televisivos...lo que se ve incluso en el ambiente politico (y me pregunto si ultimamente es menos civilizado incluso que los reallity-shows) lo que yo comento es una nimiedad, pero no por ello ha de obviarse, digo yo...
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